29 junio, 2014

El Guardia Ensangrentado


Sherlock no quería que escribiera sobre este caso por razones que se volverán obvias. Pero de ninguna forma iba yo a dejar pasar la oportunidad de… bueno, ¡ya lo verán!


Todo comenzó cuando llego un correo electrónico de uno de los guardias de la Reina. Probablemente sea mejor presentarlo en sus propias palabras. “Querido señor Holmes, mi nombre es Bainbridge. Soy parte de la guardia privada de Su Majestad. Le escribo respecto a un asunto personal, -uno que no me atrevo a mencionar a mis superiores. Les parecería muy trivial. Pero creo que alguien me está acechando. Estoy acostumbrado a los turistas. Es parte del trabajo. Pero esto es diferente. Alguien me vigila. Él ha estado tomando fotos mías. Todos los días. No quiero mencionárselo al Coronel. Pero no puedo sacarlo de mi mente. Leí sobre usted y sé que este tipo de cosas no le interesa a la policía”.


Al principio Sherlock no estaba muy interesado. Tal vez a alguien le gustaban los hombres en uniforme. Pero creo que fue una combinación de por qué este guardia en particular había sido escogido y la mención de que eso no le interesaría a la policía fue lo que funciono para él. Y, para ser honesto, necesitábamos un descanso de los preparativos para la boda, así que nos fuimos a las barracas de Wellington.


Tuvimos que esperar a que el guardia estuviera fuera de servicio. Bueno, se suponía que debíamos esperarlo. Sherlock no es bueno en eso de esperar y antes de darme cuenta, ya se había robado un sombrero, disfrazado de guardia y entrado al edificio.


Pero era muy tarde. El tipo que nos envió el correo había muerto. Estaba en la bañera, rodeado de sangre. Solo que, ahí no había manera de que alguien lo hubiera apuñalado. La puerta estaba cerrada por dentro y, como Sherlock apuntó, era claro que no había sido apuñalado antes de entrar al baño. Era un típico misterio de cuarto cerrado, del tipo que le encanta a Sherlock.


Yo, sin embargo, estaba más preocupado por el hombre muerto. Y cuando finalmente se me permitió examinarlo, descubrí que de hecho ¡seguía vivo! Creo que estamos muy acostumbrados a encontrar cadáveres en nuestros casos, que Sherlock sólo miró el cuerpo y asumió que estaba muerto. Me las arreglé para detener la hemorragia y mandarlo al hospital.


Aunque el misterio aún persiste. ¿Quién intentó asesinarlo? Y –lo que más le interesa a Sherlock- ¿Dónde estaba el arma? Era imposible. Literalmente no había forma de que alguien entrara o saliera del baño. Y no había forma de que el guardia se hubiera apuñalado a sí mismo, porque el arma habría estado ahí.


Un crimen imposible. Perfecto para Sherlock.
Excepto.


¡Que no pudo resolverlo!


¡Sherlock Holmes fue engañado!


Tenía la esperanza de que esto lo molestara más de lo que aparentó. La realidad es que solo se encogió de hombros y regresó a organizar mi despedida de soltero. Y en verdad me refiero a organizar…



7 Comentarios


Sherlock Holmes - 29 de junio 
Gracias, John.

Sherlock Holmes - 29 de junio 
Por cierto, ese fue un comentario sarcástico. Yo sé que esas cosas se te van de la cabeza.

Mike Stamford - 29 de junio 
¡Amigo! ¡¡Eso es épico!! ¡Sherlock engañado!

Donna Staveley - 29 de junio
¿A quién no le gusta un hombre en uniforme?

Dame Latif - 29 de junio
JAJAJA ¡Qué Risa!

el improbable - 29 de junio
Me rehusó a creer que Sherlock no pudo resolver un caso.

John Watson - 29 de junio 
Y está de regreso.